Situados los fenicios en lo que es hoy el Líbano, florecieron hasta la conquista de Alejandro Magno que tuvo lugar el 332 adC. Vivían en ciudades independientes y costeras cercanas al mar, reunidas unas de otras aunque bajo la preponderancia o hegemonía de Sidón hasta el siglo XIII a. C. y de la de Tiro desde esta fecha en adelante, siendo como su ciudad santa o centro moral y religioso la famosa Biblos o Gebal de donde procedían los canteros que trabajaron para el templo de Salomón (lib. III de los Reyes c.V, v.18). . Se extiende y fortifica a orillas del mar.
Cada ciudad tenía su rey y su consejo de ancianos (integrado por unos cien miembros). Sus actividades económicas eran principalmente el comercio marítimo de vidrio, metales, madera de cedro (que sacaban de Biblos) y tejidos (que teñían por el caracol del Mediterráneo, el múrice). De esta forma, se constituyeron en las más poderosas talasocracias del Mediterráneo, a imagen de la extinta civilización minoica. Sus rutas comerciales llegaban hasta las Casitérides en el Atlántico.